Seguro que durante estas vacaciones de verano vas a aprovechar el buen tiempo para disfrutar del terraceo, los chiringuitos y los restaurantes con vistas al mar. Y un nuevo elemento fundamental en todos los bares son los famosos QR que, aunque ya existían, hemos comenzado a utilizar sobre todo a raíz de la pandemia.
Ahora los famosos menús o las cartas de los restaurantes suelen consultarse a través de los llamados códigos QR, que encontramos pegados en la mesa y que podemos leer a través de nuestro teléfono móvil. Pues bien, al tiempo que ha ido creciendo su uso, han surgido algunos riesgos que podría implicar su utilización. Sigue leyendo, que te lo vamos a contar todo en este artículo.
A raíz de la pandemia, que los restaurantes ofrezcan el menú a través de un código QR pegado en la mesa no es extraño. Esta tecnología vive una nueva etapa, donde muchos usuarios se han acostumbrado a leer desde el móvil la carta. Pero al tiempo que crece su uso, también vuelven a primera línea sus riesgos.
El primero que ha alzado la voz sobre este tema ha sido el diario New York Times, que ha informado de que estos códigos QR podrían estar facilitando a las empresas información para rastrear y analizar el comportamiento de los clientes, pudiendo con algunas aplicaciones recopilar datos personales como el historial de pedidos, el número de teléfono y los correos electrónicos. En resumen, un conjunto de datos muy jugosos para las empresas a la hora de enfocar su estrategia publicitaria.
¿Y cómo lo consiguen? Pues cuando usamos un código QR se inserta en nuestro teléfono móvil un seguimiento online entre nosotros y la comida. Sin llegar a entrar en conspiraciones, lo que es evidente es que estos datos, nuestros datos, podrían ser utilizados para promociones de marketing y recomendaciones personalizadas.
Es cierto que la información que pueden obtener de nosotros a través de estos códigos QR no es muy relevante, porque se trata del historial de pedidos o la información de contacto, pero como no hay una concreción explícita en la política de privacidad, podría darse el caso de que los restaurantes facilitaran o compartieran estos datos.
Y es que algunos de los restaurantes podrían aprovechar el uso de esos códigos QR para tener una radiografía exacta de las demandas de las necesidades de sus clientes, qué bebidas pedimos, cuantas veces vamos o incluso conocer nuestro número de teléfono y dirección. Hasta aquí, son usos esperables y entendibles, pero ya en Estados Unidos se está dando que ciertos restaurantes comparten esos datos con terceros.
Evidentemente, y queremos subrayarlo, eso no significa que todos los códigos QR de los restaurantes analicen nuestros datos, porque lo habitual es que no sean más que una simple dirección URL a la web del restaurante o a un archivo. Pero con el auge de este nuevo método para leer la carta o el menú, algunos están aprovechando para implementar sistemas digitales más completos, capaces de obtener datos adicionales en el momento que leemos el código QR y es ahí donde se abre todo un abanico de posibilidades a la hora de rastrearnos. ¿Qué opinas tú? Eres de los que se preocupa en estos casos por la seguridad o formas parte de ese 34% de personas que no se preocupa de la privacidad o la seguridad al utilizar este tipo de códigos? Déjanos en comentarios tu experiencia a la hora de utilizar un QR y qué opinas de este artículo.
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