En este artículo repasamos las mejores series de lo que va de 2018.
El parón estival es un buen momento para hacer un balance de las series más punteras o que más han destacado de este año, recordamos a todos los lectores que esta lista es subjetiva y probablemente para algunos injusta, pero nos vamos a aventurar en dar nuestra opinión. Esta selección está basada en los estrenos que se han hecho en España y según nuestros criterios personales.
En cualquier caso, esperamos que esta recopilación valga para recordar las joyas que hemos podido seguir durante este año y que podéis ver en distintos medios para pasar un verano poniéndose al día con esto de las series, de momento, esto es de lo mejor que hemos encontrado hasta ahora….
En su segunda temporada, este drama ha administrado unas dosis bastante altas de comedia, lo que ha dado pié a superar la primera temporada es esta. Esta ficción bebe de la realidad gracias a la sátira política, con tramas de trazos exquisitos y de un grupo de personajes donde los guionistas sacan el máximo jugo, sobre todo gracias a Diane, Marissa, Lucca, Elisabeth, gracias de todo corazón a esos personajes, sin ellos, no sería igual.
Una de las más alabadas de este año por muchas razones. Todo gira alrededor de dos protagonistas que juegan al gato y al ratón, una asesina a sueldo y la otra una agente de inteligencia británica. Toda la acción se desarrolla en varios puntos de Europa a un ritmo trepidante, un thriller macado por una selección musical exsuberante y unos diálogos muy ingeniosos. Las protagonistas Jodie Commer y Sandra Oh, dan vida de una forma maravillosa a sus papeles, la primera hace que nos enamoremos de una psicópata y la segunda, aunque muy desastrosa, enseguida empatizamos con esa agente obsesionada con perseguir a quien no debería. Una serie muy entretenida que no te puedes perder.
Atlanta, una comedia que protagoniza Donald Glover y que en su segunda temporada a subido de nivel notablemente. Una serie que critica directamente a la sociedad y cultura contemporánea desde el punto de vista del personaje, que ajeno a todo lo que le rodea, lo ve todo y vive todas las situaciones como algo extraño a él. En esta segunda temporada podrás disfrutar en particular de uno de los capítulos más inquietantes de la temporada, centrado en Teddy Perkins, un personaje asombrosamente parecido a Michael Jackson.
Después de la sexta temporada llega la hora de despedirse de esta serie protagonizada por Keri Russell y Matthew Rhys, donde hacían el papel de una pareja de espías rusos de los años ochenta viviendo en territorio estadounidense, la cual ha logrado mantener el nivel bastante aceptable con algún bajón puntual. Aunque para muchos de sus seguidores ha sido un adiós doloroso, como era de esperar, nos ha hecho sufrir hasta el final, pero hay que decir que merecen nuestro respeto, ya que se han marchado como llegaron, sin armar mucho alboroto.
The Handmaid’s Tale (HBO España)
«El cuento de la criada», así es su título en Español, y en el que su segunda temporada nos ha vuelto a dejar con la boca abierta, aunque se ha despegado del libro original, esta segunda temporada se mete directamente en la terrorífica república de Gilead. Esta segunda temporada ha despertado una controversia espectacular por su contenido violento contra la mujer donde roza casi la pornografía. Tiene unos instantes duros como la primera temporada, sobre todo, momentos emocionalmente muy duros, pero ya sabíamos lo que íbamos a ver. La estética sigue estando muy cuidada, donde Elisabeth Moss y la no menos grande Yvonne Strahovski aparecen en planos que casi parecen cuadros, dos actrices que hay que tener muy en cuenta.
Se puede decir que una de las mejores series Españolas de este año. La historia de los narcos gallegos que recogió Nacho Carretero en el libro de mismo título (y cuyo secuestro precipitó el estreno de la serie, que se encontró con la mejor campaña de publicidad posible de repente) tira de ritmazo, habilidad narrativa, actuaciones casi impecables y una gran dirección para narrar hechos tan reales que da miedo pensarlo. Todo eso pasó al lado de casa, carallo.
Otra serie española basada en un libro, en este caso de Ignacio Martínez de Pisón, es esta ficción firmada por Mariano Barroso que en seis capítulos trata de desenmarañar el misterio que es Justo Gil, un don nadie que llega a la Barcelona tardo-franquista con la intención de hacerse un nombre en la gran ciudad. La red de mentiras que va tejiendo en su aspiración por ascender en la escala social le lleva a entrar en contacto con grupos radicales de izquierdas, de derechas, o ser confidente de la Brigada Social mientras juega a dos bandos. Su historia sirve para mostrar una España no muy lejana en la que la tortura era una realidad y los cambios que se fueron produciendo, a los que algunos se resistían con uñas y dientes. Muy buenas actuaciones apuntalan su buen guion y dirección. Sueños luminosos en la oscura Barcelona de los sesenta.
Netflix ha dejado morir esta serie tras su primera temporada. Una pena, porque esta dramedia emocionantemente nostálgica sobre un grupo de adolescentes que buscan su lugar en el mundo y descubren su propia identidad mientras graban un corto es una de las mejores series que ha producido la plataforma online en los últimos tiempos. Muy recomendable para nostálgicos de los noventa (con una selección musical brillante) y para todo aquel que alguna vez —especialmente en el instituto— se sintió fuera de lugar. Por cierto, no se puede ser más adorable que sus protagonistas.
La segunda temporada de esta comedia con formato clásico y fondo con mensaje serio y crítico también se cuela entre lo mejor del año. La historia de esta familia de inmigrantes cubanos residiendo en Estados Unidos ha vuelto a jugar con nuestros sentimientos y a mezclar risas y lágrimas con habilidad mientras habla de cosas como el síndrome postraumático, el racismo, la homosexualidad o la inmigración. Tan divertida que duele porque conectas con sus personajes y te importa lo que les ocurre. Y con Rita Moreno. Palabras mayores.
Podría ser una serie más de espías en la Guerra Fría trasladada a un presente donde el mundo está dividido en dos universos paralelos que se comunican en Berlín. Pero lo que hace realmente diferente a esta serie es la gran interpretación de J.K. Simmons. El actor ganador de un Oscar por Whiplash da vida a dos versiones casi opuestas del mismo hombre: un gris funcionario que vive una aburrida existencia y, por otro lado, un espía despiadado. Quizá la idea de los mundos paralelos y el espionaje, con saltos de personajes de un lado a otro, no sea muy original, pero la serie está bien ejecutada y, sobre todo, merece la pena echarle un vistazo por Simmons. Sin pelucas, sin cambios de ropa, sin nada más que pequeños matices logra que nunca tengamos duda en quién estamos viendo en pantalla.
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